Esta es la tercera edición del seminario de Tecnología para Profesores de Secundaria. El primer año hubo dos seminarios. En ambos yo ocupé el puesto de ponente. En el último seminario, el del año pasado, mi función oficial fue de coordinador. Pero también hablé de cosas y expliqué algunas herramientas. Este año mi papel es de asistente.
Mi opinión es que la función oficial es lo de menos en un seminario. Básicamente, yo diría que somos 12 profesionales que se reúnen con un tema central, en este caso la tecnología, o la sociedad de la información. Mi opinión es que en un espacio de trabajo como el que está creando el mundo digital, los papeles tradicionales son una cosa diferente de lo que eran. Mi opinión es, sobre todo, que la idea de curso tiene que cambiar de un modo profundo. Porque ya no se trata de cuanto sabe un profesor y cuanto va a trasmitirme. El mundo digital ha dado un vuelco de 180º a los papeles. El profesor ya no lo sabe todo, ni hace falta, y el alumno no ignora todo, ni pretende que le informen en una sociedad saturada de información. El mundo de Internet ha dejado de ser un hecho piramidal para convertirse en un intercambio. La jerarquía ha desaparecido y ha dado paso a p2p, peer to peer. Ya no se enseña, se comparte.
Y si queremos entender lo que estamos haciendo tenemos que entender que esto no es un curso y nadie nos va a enseñar nada. Es una experiencia; Y se trata de estar abierto y de estar dispuesto a compartir. En conclusión, mi papel como asistente puede ser tan enriquecedor como el de ponente. Pero yo pienso que va a serlo más. Porque tiene el añadido de que lo que voy a aportar a este seminario va a serlo en calidad de compañero. Y ese es el verdadero sentido de los números 2.0.
- 2. Lo que no debería ser este seminario. Y lo que sí
Otro error en mi opinión es creer que la informática es el producto de unos freaks, geeks o nerds como se les llama en inglés que se encierran en su casa y diseñan código para diseñar programas que nadie entienden. De hecho, cuando el curso se estaba aún proponiendo, a mi me comentaron que tenía un nivel bajo. Yo pienso que la red social no es un arcano al alcance de unos pocos iniciados. Y sé con toda certeza que creer algo así está destinado al fracaso. Cualquier adolescente que no pasa de curso conoce a la perfección el uso de las redes sociales. Todos los programas que quieren ser complicados están condenados al fracaso. Y básicamente, la red social es un hecho social...
Pero, entonces, ¿qué es lo que, hablando en positivo sí planteo como asistente, como entusiasta, como empollón, como lo que quiera llamarse para poner en positivo lo que vamos a hacer durante 15 sesiones de nuestro tiempo? ¿Qué es lo que puede aportarnos algo en nuestra vida profesional que no nos de nuestro uso diario de la tecnología? ¿De qué va este seminario según Contreras?
Y Quiero responder a esa pregunta, desde mi punto de vista y con la misma intensidad con que me la planteé el primer día que planteé el primer curso de redes sociales. Si se me permite pondré una analogía: el seminario, para mi, es como un restaurante. Puede que alguien salga contento porque le gusta el ambiente, la iluminación, la comida. Y refiriéndome la los freaks, puede que otros salgan presumiendo de que les gustó porque había caramelizado no la cebolla, sino el helado de limón, o había hecho mayonesa con alcachofa. Todo eso es sonoro y da mucho postín, pero a mi, con todo el respeto me parece una pérdida de tiempo. Yo solo tengo un criterio para este seminario. He medio fracasado dos años y me propongo mejorar a la tercera. Mi único criterio es que este restaurante mola si la gente sigue viniendo semana tras semana. Si la gente sigue en twiter, flickr, en wikis y en podcasts semana tras semana cuando se haya acabado el calendario oficial... y no por mantenerlo, sino porque han encontrado su espacio...
